"Violencia y fenomenología, aborda la filosofía de Derrida, entre Husserl y Levinas, a partir de una preocupación ética y política que tiene que ver, ante todo, con una inquietud respecto de las condiciones de la experiencia en general: sobre cómo se produce y se despliega significativamente. Los autores tratados abren la posibilidad de pensar una cierta violencia asociada a las normatividades fenomenológicas que guían dicha producción, en cuanto no son simplemente trascendentales, sino también históricas, pues su origen es también un proceso de génesis, donde las estructuras ideales se mezclan inevitablemente con elementos mundanos y condiciones fácticas.
Estas co-implicaciones hacen posible una lectura de la fenomenología en clave jurídica, que pretende desestabilizar la fuerza legal que regula, de derecho, las relaciones epistémicas estableciendo privilegios y jerarquías entre sus elementos. El impacto que esto tiene en la configuración de los regímenes de representación es así fundamental para abordar críticamente la violencia con la que está enlazado todo proceso discursivo."