La táctica deportiva constituye para muchos autores el elemento central de los deportes de oposición-colaboración. En estos deportes el análisis de la técnica es insuficiente para comprender el enfrentamiento entre los contendientes.
En este tipo de deportes, también reconocidos como deportes de situación, es imprescindible asumir que tanto el individuo como el equipo están sometidos a un continuo proceso de estímulo-respuesta sobre el que intervienen una serie de parámetros adyacentes cuyo peso dentro del proceso es de difícil valoración. La individualidad o colectividad de la respuesta nos obliga a la necesidad de diferenciar entre los conceptos de táctica individual y táctica colectiva, sin olvidar el de estrategia; uno de los primeros objetivos de este trabajo es establecer aspectos diferenciadores entre estos tres conceptos.