Cómo (no) enamorarse

¿Y si te hubieras acostado con el hijo de la novia de tu madre? Nora tiene tres problemas. El primero es que sus dos mejores amigos han roto. Así que ahora tiene que aguantar que se repartan su custodia con mensajes muy fríos de WhatsApp. El segundo es que Marcos, el chico del que lleva enamorada desde el instituto, no termina de darse cuenta de que están hechos el uno para la otra y se empeña en salir con otras chicas. El tercero es que ha pillado a su madre y a la vecina en la cama. Y esto sería precioso (pasado el trauma inicial) si no hubieran decidido vivir todos juntos: las dos mujeres, Nora y Adrián. Adrián, el de las tres primeras veces de Nora. El del lunar que susurra de forma seductora y los ojos ridículamente azules. ¡Su peor pesadilla! Escenas ridículas y en ocasiones vergonzosas, alocadas fiestas, sexo y un tema innovador: el ARROMANTICISMO. «Un soplo de aire fresco para el género. Una voz que puede dar mucho que hablar.» Andrea Longarela, autora de Te espero en el fin del mundo.

M.José

27/4/2025

Divertido y fácil de leer

Érika

6/4/2025

Dividiré la reseña en dos partes; obra y audiolibro. 1. Obra (historia, personajes, etc): Es una lectura ligera y cómica, con un lenguaje quizá un poco más vulgar o cotidiano, pero en esta ocasión muy necesario. La protagonista es única y especial, tiene un carácter peculiar que consigue llegarte al corazón. Se tratan temas/problemas más adolescentes como las primeras experiencias sexuales (que no siempre salen bien), y las relaciones familiares con sus complejidades y sus charlas de sexo (o posits xd). Realmente me ha encantado que se trate el arromanticismo y se haya hecho de una manera tan respetuosa. Por otra parte, las relaciones de amistad me parece que están bien construidas, a lo largo de la trama todos tienen relevancia y se ve cierta evolución también en personajes secundarios. 2. Audiolibro (narración, actores de voz, etc: Si la puntuación con estrellas solo afectara a los actores de voz, esta reseña tendría una estrella. Sobeida Martinez, la voz narradora femenina, en mi opinión suena un poco como inteligencia artificial; robótica y mecánica, no añade sentimiento a la lectura. Y aunque Víctor Sabi, la voz narradora masculina, logra aportar esa emoción que le falta a su compañera, comete —en mi opinión— un error monumental en ciertas ocasiones: al narrar diálogos de personajes femeninos, exagera agudizando demasiado la voz y usando un acento realmente molesto, que recuerda a las 'imitaciones' que hacen los niños pequeños cuando se burlan de cómo hablan las chicas.