Al llegar a la escalera volteó a ver a su papá. Con la mirada pidió ayuda. Fue un llamado de auxilio que no encontró palabras. Un grito desesperado al borde del precipicio...
Este libro es un verdadero mensaje urgente de unión familiar. No podemos seguir fingiéndonos sordos ante el grito desesperado de un hogar que cada día se desintegra más, especialmente si le es posible detectar en casa alguno de los siguientes puntos: autoritarismo y frialdad de los padres, rebeldía y falta de respeto de los hijos, hostilidad y burlas entre hermanos, discusiones hirientes, prolongados periodos de indiferencia, pérdida de la confianza, vicios.