En De indómita naturaleza moran seres que transitan, que se desplazan de la cotidianidad
a lo excepcional sin oponerse al cambio. Adolescentes, niñas y niños, mujeres sobre todo;
personajes que no se resisten a la fuerza natural que los domina porque reconocen,
aceptan y atesoran el dominio de su extrañeza. La habilidad narrativa de Analí Lagunas
levanta escenarios desde de pueblos apacibles, casas y objetos heredados al mismo
tiempo que explora en la psique de sus personajes la posibilidad de lo insólito. Lagunas,
crea universos y espera paciente para que sus personajes estallen y nos muestren su
singularidad. En cada cuento de esta entrega, los eventos ominosos se descubren
orgánicos, es como si los personajes reconocieran que su verdadera forma, su capacidad
más auténtica es la de mutar.
Si apreciamos aquello que nos asegura armonía y tranquilidad, conviene acercarse a De
indómita naturaleza para apreciar el mundo de otro modo. Los cuentos que conforman
este libro son tragaluces que nos desafían para entender lo sobrenatural desde lo
orgánico. Con un lenguaje conciso y tramas sólidas, la narrativa de Analí Lagunas tiende
lazos para llevar al extremo las situaciones más coloquiales como el deseo núbil de
experimentar o desaparecer, incluso la presencia espectral de las ex parejas, las
relaciones complejas que se desatan en la familia. Los relatos cautivan por demostrar que
la naturaleza debe su condición necesariamente al cambio, en este sentido, ¿será que lo
verdaderamente orgánico es antinatural?
Adriana Ventura Pérez