Si existe un monumento de nuestras letras al que merezca la pena volver una y otra vez este sería Calila y Dimna, la deslumbrante obra inaugural que, entre otras virtudes, tiene la de ser un libro plenamente vivo y un esplendoroso antecedente para la historia literaria de la lengua española.
Calila y Dimna presenta un aire sorprendente de modernidad, tanto en su estructura, en que las numerosas inserciones de unos textos y de unos cuentos en otros conforman una singular formulación, como en la finura con que están descritos, principalmente mediante diálogos, los comportamientos de unos personajes que parecen proyectarse con acierto en las ambiciones y manejos del mundo en que vivimos.
Y, sin embargo, hasta hoy no disponíamos de una versión completamente contemporánea.