Doña Rosita la Soltera es una obra teatral de Federico García Lorca que se inscribe en el contexto de la literatura española del siglo XX, marcada por el simbolismo y el surrealismo. La obra gira en torno a la vida de Rosita, una joven que espera la llegada de su enamorado que se ha ido a América, lo que desencadena una serie de reflexiones sobre el amor, el tiempo y la soledad. El estilo de Lorca se distingue por su lenguaje poético y evocador, así como por la incorporación de elementos folklóricos que enriquecen la trama. Ambientada en la sociedad andaluza, la obra refleja la lucha de la mujer en un contexto patriarcal, convirtiéndose en un incisivo comentario social sobre la condición femenina en su época. Federico García Lorca, reconocido poeta y dramaturgo, es una de las figuras más emblemáticas de la Generación del 27. Su obra está profundamente influenciada por su amor por la música y el flamenco, así como por su compromiso social y político. Nacido en Granada, su experiencia vital en un entorno rural lo llevó a explorar temas de identidad y desenfreno emocional, elementos que permeabilizan Doña Rosita la Soltera. La obra, escrita en 1935, puede verse como un reflejo de su preocupación por la injusticia social y la represión, especialmente en el contexto de la España preludio de la guerra civil. Recomiendo encarecidamente Doña Rosita la Soltera tanto a los amantes del teatro como a aquellos interesados en la exploración de la condición humana. La pieza no solo cautiva por su lirismo y profundidad emocional, sino que también ofrece una mirada crítica sobre las realidades sociales de su tiempo. Es un texto fundamental para comprender no solo la obra de Lorca, sino también las complejidades de la sociedad española en un momento de transición.