La palabra «blasfemia» proviene del latĂn blasphemia, a su vez derivada del griego ÎČλαÏÏÎ·ÎŒÎŻÎ±, blasphemia, vocablo compuesto del verbo ÎČλΏÏÏΔÎčÎœ, blĂĄptein, âinjuriarâ, y del sustantivo ÏÎźÎŒÎ·/ÏÎŹÎŒÎ±, phĂ©me/phĂĄma, 'reputaciĂłn'. ÂĄInjuriar la reputaciĂłn! La blasfemia es una locuciĂłn con contenido irreverente y desprecio hacia Dios, hacia los santos, o mĂĄs generalmente hacia lo que pertenece al mundo de Dios.
No sĂ© quĂ© paĂs del mundo es el mĂĄs blasfemo. Seguramente Italia es un campeĂłn. Creo que incluso puede tener el primer lugar. Es interesante que en Italia exista la ley contra la blasfemia.
Art. 7241 âEl que blasfeme pĂșblicamente, con invectivas o palabras ultrajantes, contra la Divinidad (o los SĂmbolos o las personas veneradas en la religiĂłn del Estado) serĂĄ castigado con una sanciĂłn administrativa pecuniaria de cincuenta y un euros a trescientos nueve euros. La misma sanciĂłn se aplicarĂĄ a los que hacen cualquier manifestaciĂłn pĂșblica escandalosa contra el difunto â2.
El estado podrĂa tener un buen, lo que yo digo un buen negocio. Ponga multas a todo el que blasfeme. Cada blasfemia 51 euros mĂnimo, puede llegar hasta 309 euros. Me sorprende un poco que el Estado no haya aprovechado aĂșn esta posibilidad de beneficio fĂĄcil.