Cuando oĂmos hablar de narrativa jalisciense, pensamos primero en Juan Rulfo, Juan JosĂ© Arreola y AgustĂn Yåñez. Estos tres escritores gozan de gran fama nacional, sobre todo la obra del primero estĂĄ ampliamente difundida a nivel internacional. NingĂșn estado de la repĂșblica tiene tanta presencia en la literatura nacional como Jalisco. Rulfo o Arreola no son fenĂłmenos aislados, sino producto de una larga y rica tradiciĂłn cultural del occidente de MĂ©xico. Para un poeta de principios del siglo xx, RamĂłn LĂłpez Velarde, la vida literaria del paĂs se desarrolla sobre todo en la provincia, porque entonces la gran mayorĂa de los mexicanos vivĂa en el campo y no en la ciudad como actualmente. Con la Independencia de MĂ©xico desaparece por un tiempo el centralismo de la Colonia, y en las diferentes partes de la repĂșblica surge una importante vida cultural que es independiente de la Ciudad de MĂ©xico. El historiador Juan B. IguĂniz afirma que durante el siglo xix Guadalajara se habĂa convertido en una "Atenas de MĂ©xico". Entonces la capital
jalisciense tenĂa una vida literaria que competĂa con la Ciudad de MĂ©xico y la de otras capitales de provincia. Los escritores no sentĂan la necesidad de emigrar a la capital federal para desarrollarse profesionalmente.