La figura de Poncio Pilato se encuentra en la intersecciĂłn entre la memoria y la historia. Por una parte, los Evangelios, grandes laboratorios de la memoria religiosa cristiana, que inauguran un nuevo modelo de comunicaciĂłn literaria que combina composiciĂłn escrita y tradiciĂłn oral. Es a propĂłsito de la muerte de JesĂșs, eje de su estrategia narrativa, como dan cuenta de Pilato,sobre todo el Evangelio de Juan. Por otra parte, dos intelectuales del siglo I, Flavio Josefo y FilĂłn de AlejandrĂa, que escribieron sobre Pilato en el contexto de los hechos acaecidos en la Judea romana durante los principados de Tiberio y CalĂgula.
A partir de estas fuentes, Aldo Schiavone elabora el retrato del prefecto de Judea reconstruyendo minuciosamente los hechos que condujeron a la muerte de JesĂșs. De los personajes histĂłricos vinculados a este acontecimiento culminante de la narraciĂłn cristiana, punto de contacto entre la rememoraciĂłn evangĂ©lica y la historia imperial, fue Pilato el que desempeñó el papel decisivo. El juicio sobre su proceder, asĂ como sobre el peso que en Ă©l ejercieron las contingencias del momento, ha provocado disputas sin tĂ©rmino.
ÂżA quiĂ©n se le atribuĂa la responsabilidad de la cruz? ÂżFueron los judĂos âel pueblo "deicida" del cristianismo mĂĄs intransigenteâ o los romanos quienes quisieron la muerte de JesĂșs? Y en consecuencia ÂżcuĂĄl fue en verdad el papel de Pilato? ÂżEl de un dĂ©spota?, Âżun cĂłmplice?, Âżun inepto?
-"Este ensayo del erudito italiano Aldo Schiavone es uno de los trabajos mĂĄs importantes sobre Pilato que se han publicado en los Ășltimos años". (El PaĂs)
-"Aldo Schiavone es un académico, romanista, ensayista, con una larga y compleja trayectoria académica. Su Poncio Pilato, escrito con elegancia, nos introduce de lleno no solo en la descripción del personaje sino en la sustancia de los acontecimientos que le hicieron pasar a la historia". (ABC Cultural)
-"El historiador Aldo Schiavone revisa la figura del prefecto que juzgĂł a JesĂșs para explicar su ambigĂŒedad y desterrar mitos: es inverosĂmil que se lavara las manos". (El PaĂs)