Posmodernidad y lectura ofrece un análisis sociocultural del mundo posmoderno consumista –que con distinto nivel de intensidad nos afecta a todos porque somos parte del sistema–, para que las personas que aún leen no dejen de hacerlo. La idea que orienta esta reflexión es la de descubrir por qué razones la lectura puede funcionar para la construcción de la subjetividad, como un antídoto humanizante contra la cultura mediática de la homogeneidad perversa e impersonal. La lectura literaria y poética puede ser una verdadera experiencia humana en un mundo donde incluso las experiencias y las emociones las programa el mercado. Se trata, entonces, de defender ese espacio íntimo y privado donde el lector encuentra un escenario para elegir, pensar y proyectar sus deseos personales, con la esperanza de reencontrarnos con el ser humano que aún somos y queremos ser.