Todo aquel que realiza un viaje tiene algo para contar. Tanto más hay para contar cuando un misionero no solo hace un viaje, sino que vive en la cultura foránea. A fines de la década de 1920, Karl F. Noltze fue enviado a Liberia, ubicada en la costa occidental del continente africano. Los desafíos que tuvieron que enfrentar él y su esposa, Clarle, son relatados por su hijo, Ronald K. Noltze, quien nació en Liberia. Muchas de las vivencias narradas son extraídas de los diarios personales de su padre. Más allá del ayer brinda una mirada profunda a la labor y a las alegrías –pero también a las angustias– de una pareja de misioneros que no sabía qué les depararía en el continente africano. Sin embargo, Dios mantuvo en todos los momentos críticos su mano protectora sobre la joven familia. Es emocionante ver hoy los resultados del esfuerzo de aquellos sencillos comienzos.