Kelly jamĂĄs se separa de su gato.
Corina se enamora de ella, y encuentra enseguida competencia por sus afectos... No le gusta nada el gato de su novia, pero no le queda otra opciĂłn mĂĄs que aprender a convivir con Ă©l.
Cuando supuestas pulgas invaden su cuerpo y la dejan sin paz, el culpable parece ser evidente. Pero, Âżlo es?
"Tengo la absoluta certeza de que la culpa la tiene el gato.
SĂ, sĂ© que nadie me cree. ÂżCĂłmo podrĂa esa adorable criatura ser capaz de algo asĂ? Yo les digo que fue Ă©l.
Les contarĂ© lo que ocurriĂł. De esa manera, podrĂĄn ver que estoy en lo cierto y quizĂĄs ustedes recapaciten. Se darĂĄn cuenta de que no es locura lo que me aqueja, sino un mal traĂdo por ese felino infernal. Es Ă©l quien necesita ayuda profesional, no yo".