La propuesta que elabora Tomás Peters en Sociología(s) del arte y de las políticas culturales busca trazar la transformación de los modelos analíticos de la sociología del arte.
El primero es el seguimiento de algunas pistas teóricas que permitirán ubicar el sentido del arte en la modernidad. Mediante Luhmann construye una explicación macrohistórica de la diferenciación del sistema artístico hasta la constitución de un sistema específico en la modernidad, y luego, a la luz de la dialéctica Adorno-Benjamin, se concentra en las contradicciones de la experiencia artística en el mundo moderno.
La reflexión continúa a partir de Howard S. Becker y Pierre Bourdieu, para introducirnos en el campo artístico propiamente dicho y en las condiciones actuales del arte en un mundo ultratecnologizado y de postautonomía artística.
Sin embargo, el aporte más relevante de este libro es el diálogo que establece entre la sociología del arte y las políticas culturales. La confrontación entre ambas habría constituido un círculo virtuoso del que emergió un trabajo sociológico que piensa la obra de arte "como un dispositivo crítico-cultural que interviene en lo social y que es posible de productivizar desde las políticas culturales contemporáneas", y que termina por sintetizar esta búsqueda de nuevos modos de pensar lo social en cooperación con el obrar crítico del arte.