El inicio de la profesionalización académica del Diseño Industrial en Colombia se puede comprender como una cierta circularidad en la que se fusionan orgánicamente las ideas y los proyectos que un grupo de colombianos madura en el caldeado ambiente universitario entre 1954 y 1974, sensibilizados con la creatividad social en el marco de la estructura académica que le daba forma a sus filias y fobias como arquitectos y ciudadanos; algunas perspectivas de los gobiernos del Frente Nacional sobre el desarrollo social, que con la visita de misioneros internacionales promueven la creación de agencias gubernamentales y la seducción con una práctica disciplinar nueva en los años sesenta y la alineación de ciertas universidades que, con sus respectivos enfoques, son la base institucional de estas creaciones.
Esta circularidad responde al dibujo de una nueva jurisdicción, y con ella, a la materialización de un campo que significaba para sus actores la conquista de la coherencia del proyecto de desarrollo social del país.