El doctor Andreu, buen lector y cinĂ©filo, suele etiquetar, acertadamente, sus casos clĂnicos como si fueran literarios, temas a resolver de gĂ©nero detectivesco. Sin duda, su caso se corresponderĂa al de «El detective paciente que investiga con lupa la mente».
No resulta difĂcil animar a leer este libro; al autor le avala una considerable prĂĄctica como psiquiatra en una dilatada vida profesional, donde revela un inicio precursor en pediatrĂa, la lucha para implantar la psiquiatrĂa cuando ni se contemplaba en la sanidad pĂșblica ni se aceptaba socialmente la enfermedad mental ni su tratamiento.
En este ensayo, el autor se propone difundir su experiencia de forma generosa. A travĂ©s de la escritura refleja su espĂritu humanista, el mismo que ha sanado a tantos pacientes a lo largo de años. Con rigor ha ido elaborando minuciosamente un valioso legado basado en su profundo conocimiento de la mente humana.
Este, el Ășltimo de sus lĂșcidos ensayos, aborda de forma amena, incisiva y tambiĂ©n Ăștil, los prejuicios sobre la necesidad de acudir a un profesional de la salud mental, una especialidad la cual, segĂșn afirma, no la ejercen ni dioses ni jueces.
Define con claridad si la motivaciĂłn de acudir a una consulta es visible o la verdadera causa del malestar emocional estĂĄ oculta, latente entre lo consciente y el inconsciente. Analiza las posibles formas de «hablar» que conectan a un paciente con un terapeuta. Apunta las tĂ©cnicas profesionales de distintas terapias, desde las que tratan al paciente en fase preventiva hasta las severas que exigen tratamiento clĂnico. TambiĂ©n se cuestiona con valentĂa algunas terapias alternativas que âpara el doctorâ no son tales por su falta de criterio cientĂfico.
Rosa Vergés