Cuando le preguntan si es hombre o mujer, Ariel no sabe qué responder. Le han dicho que tiene un cuerpo y que este cuerpo podría llegar a desear otros cuerpos, pero la vivencia de Ariel siempre es otra. Ariel y los cuerpos es la historia de un personaje que existe y que lo hace de forma distinta, arisca, sensual, a menudo provisional e inquietante. Una existencia múltiple como las lecturas que ofrece esta prodigiosa novela, que se erige como un viaje trepidante y lleno de lirismo a través de las identidades y los amores líquidos.