El español empezó a enseñarse en China a partir de los años cincuenta del siglo xx. Al entrar en el siglo xxi cada día más alumnos lo estudian.
Como unidades fraseológicas, las colocaciones existen en todas las lenguas. El presente libro analiza los rasgos de las colocaciones del español desde tres dimensiones: la gramatical, la semántica y la pragmática. También presenta las posibles dificultades que encontrarán los alumnos chinos en esta cuestión.
En la época informática y la era postmétodos en la que vivimos, la mezcla de enfoques dará lugar a la construcción de una red colocacional en la cual destaca la acumulación y la organización de las colocaciones, capacidad que necesita adquirir el alumno en el ambiente donde vive.