Piel de fuego

Esta es la historia de Gloria, una niña que, de la noche a la maña-na, ve truncada su infancia cuando su padre desaparece sin mirar atrás. Su hogar, antes habitado por voces alegres, se convierte en un espacio de silencios dolorosos y necesidades urgentes. Obligada a crecer de manera acelerada, Gloria descubre que la responsabilidad puede ser tan asfixiante como el vacío que deja el abandono.

En medio de su soledad, encuentra refugio en la fe. Dios se convierte en un amigo que la sostiene mientras el mundo se empeña en arrebatarle la niñez. Bajo el techo de sus abuelos, Gloria aprende que la bondad humana refleja la luz divina y que, incluso en las derrotas, hay un resquicio de esperanza.

Sin embargo, después de que supere innumerables obstáculos y de alcanzar la madurez, cuando consigue su propio hogar y se forja una nueva vida, sólida y valiente junto a sus dos hijas, a base de sacrificio, se da cuenta de que, lo único que le es esquivo, el amor, ese sentimiento tan complejo y tantas veces anhelado, puede herir tan profundo como el mismo abandono de sus padres, cuando las promesas se rompen y las despedidas se vuelven costumbre.

Pese a las lágrimas y al desencanto, esta historia muestra cómo una joven alma aprende a levantarse entre los escombros del afecto.

Aun cargando cicatrices y soledades, Gloria comprende que la fe puede ser su mayor fortaleza y que el perdón es una puerta que abre nuevos caminos. Así, la búsqueda del amor no sólo lastima, sino que también enseña a resistir y a no perder jamás la ternura.