En el camino del desarrollo científico, médico y tecnológico, el siglo XXI se ha caracterizado por un interés creciente y un enfoque significativo en el estudio del cerebro. Esto no solo se debe a los esfuerzos de investigadores y organizaciones privadas, sino también a programas gubernamentales. La neurociencia cobra, en este contexto, una popularidad creciente por la relación simbiótica entre el desarrollo tecnológico y el estudio del funcionamiento del cerebro humano. Por un lado, entender cómo funciona el cerebro ha sido una fuente de inspiración para la inteligencia artificial y la informática. Por otra parte, se está avanzando en estudios de neurotecnologías para comprender y manipular el sistema nervioso y el cerebro para tratar enfermedades y mejorar la calidad de vida de las personas. Esta simbiosis entre el cerebro y la tecnología representa una oportunidad única para mejorar nuestra comprensión del cerebro y su funcionamiento, así como para abordar problemas de salud y calidad de vida. Y, si bien las investigaciones del cerebro están íntimamente vinculadas con el progreso, a su vez, conllevan numerosos riesgos en relación a la intimidad y privacidad de las personas.
En este novedoso contexto, resulta necesario determinar en qué consisten la neurociencia y las neurotecnologías, como también identificar los avances en la relación cerebro-ordenador para dilucidar sus características principales y los posibles riesgos que conlleva su empleo. Ello con el objeto de pensar normativamente diversos modelos de regulación cuyo fin último sea promover la protección de los derechos humanos. En este camino, esta publicación procura hacer una aproximación al estado de avance de las neurotecnologías, su regulación y una presentación de su aplicación al campo de la medicina.