Desde que hace unas décadas sonó la alarma de la emergencia climática, se han profundizado las exploraciones sobre los orígenes y factores que han alterado irremediablemente nuestra relación con la naturaleza. Para dar sentido a esta crisis se han propuesto diversos conceptos y narrativas, entre los que destaca el de Capitaloceno. Este término considera que la devastación ambiental desatada sobre el planeta va acompañada por procesos como el colonialismo, la industrialización, la globalización, el racismo, el poder económico y las desigualdades sociales.
Esta historia radical de la crisis climática refuta la idea de que los humanos son la fuerza geofísica culpable de esa crisis y ofrece, por el contrario, un relato histórico y económico desde el siglo XVI hasta nuestros días que evidencia una correlación entre los momentos determinantes en la acumulación del capital y los de gran devastación ambiental. Francisco Serratos, a través de diversos relatos clave que abarcan desde las plantaciones de azúcar en las colonias hasta los monocultivos modernos, desde la adopción del carbón en las fábricas hasta la industria de la carne, ahonda en el surgimiento del capitalismo y las maneras en que éste ha alterado la relación entre los humanos y la naturaleza.