En La revolución interior Krishnamurti examina cómo el rememorar y retener los acontecimientos pasados, tanto los placenteros como los dolorosos, nos da una falsa sensación de continuidad que provoca sufrimiento. Su enseñanza habla de estar atentos y percibir con claridad, para poder afrontar de modo directo los nuevos retos que la vida nos plantea a cada instante. De esta manera, La revolución interior aporta un enfoque totalmente innovador y mucho más profundo sobre la cuestión del tiempo, el pasado o la permanencia. Únicamente, si nos fundamentamos en esta lucidez –enseña Krishnamurti– podremos transformar el mundo que nos rodea.