Cuadernos del Acantilado

Francia y la poesĂ­a fueron los primeros grandes amores de Stefan Zweig, que dedicĂł una buena parte de su obra a sacar de su «aparente oscuridad» a los genios de la creaciĂłn y contagiar asĂ­ sus pasiones a los lectores. A peticiĂłn de la editorial berlinesa Schuster & Loeffler, el joven escritor compuso esta breve monografĂ­a sobre Paul Verlaine, su primer ensayo biogrĂĄfico. Esta pequeña joya publicada en 1905, que incluye traducciones de algunos de los poemas mĂĄs emblemĂĄticos del poeta, inaugurĂł en la carrera de Zweig un gĂ©nero literario en el que desplegarĂ­a todo su talento y sensibilidad. «Zweig hace en este breve apunte biogrĂĄfico un prodigioso estudio sobre el carĂĄcter: la infancia paradisĂ­aca, representada en la figura materna y en el mito de su prima; la juventud y el encierro en un internado, los años en los que descubre que el infierno son los otros». Carlos MĂĄrmol, CrĂłnica Global «Stefan Zweig ya se muestra en Verlaine como el escritor que va a ser en toda su grandiosa obra: elegante, preciso, repleto de originales recursos linguÌˆĂ­sticos, arriesgado en ocasiones, seductor desde la primera lĂ­nea narrativa, conmovedor en sus argumentos, tenaz e inteligente en la informaciĂłn que ofrece dosificada al lector, sorpresivo en la resoluciĂłn y delicado en la exposiciĂłn de los sentimientos». Fulgencio ArgĂŒelles, El Comercio «Verlaine puede distinguirse por su apasionamiento. Zweig consigue involucrarte mediante su prosa esmerada, reflexiva y tomando partido, [
] atrapĂĄndote con la plasticidad de las descripciones, sintiendo, con todos los reparos que complementan, la esencia y sentimiento "de ciega e inagotable nostalgia de la totalidad y el infinito", que no es otra cosa mĂĄs que el estado de ensueño en el que nos dejan los buenos libros». Luis Bravo, El Imparcial