En este texto se describen y analizan las circunstancias que provocaron el traslado del Real Hospital de San Lázaro del centro de la ciudad de Cartagena de Indias a una isla cercana llamada Tierra Bomba, en el sitio conocido como Caño de Loro; las gestiones para el desplazamiento se inician en 1759 y terminan, más de treinta años después, en 1790. La reubicación se realizó en el marco de la política hospitalaria propuesta por el reformismo borbónico que generó múltiples proyectos por parte de las autoridades metropolitanas, virreinales y locales relacionados con el funcionamiento, las rentas, la ocupación de los espacios, la construcción y la ubicación de estas instituciones. El escrito también se detiene en la presentación y explicación del proyecto de arquitectura hospitalaria expuesto por el ingeniero militar Antonio de Arévalo con el fin de dar una estructura adecuada a la institución, aspecto nada conocido de la historia neogranadina. A pesar de que en el estudio prima una narrativa administrativa y procedimental, relacionada con trámites y discusiones de diversa índole sobre el hospital, el proceso de traslado pone en evidencia la forma en que distintos grupos de la sociedad percibían la enfermedad, las creencias que prevalecían sobre su origen, cómo pensaban que debían enfrentarla y muestra asimismo algunos aspectos de la vida de los enfermos en el hospital durante esa época.