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Lazarillo de Tormes : Primera y segunda parte

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La historia del Lazarillo de Tormesse abre con Låzaro presentando a su familia: su padre, perseguido por la justicia, ya ha muerto, y él vive con su madre, su padrastro, que es negro, y su hermanastro mulato. Poco después, al padrastro es también ejecutado por robar.Después, Låzaro es puesto al servicio de un ciego, el cual le enseña sus astucias para obtener sustento. El ciego ni siquiera lo alimenta, y ademås le propina azotes a diario.

En el tratado segundo, Låzaro tiene un amo clérigo, mås avaro y egoísta que el anterior. Al descubrir que éste le reservaba solo comida roída por los ratones, el pícaro decide robarle los alimentos y hacerle creer que los culpables son los roedores. El clérigo lo descubre y le da una gran paliza, tras lo cual lo echa.

Låzaro llega a Toledo, donde encuentra a un escudero con apariencia de hombre rico, y se hace su sirviente. Pero, al pasar de los días, descubre que el escudero es, si cabe, mås pobre que él, y se pone a pedir limosna y ayuda a las vecinas para alimentarlo. Después, este amo huye dejando a Låzaro al frente de sus deudas, pero los acreedores lo encuentran inocente y lo dejan marchar.

El cuarto amo es un fraile, el cual le regala sus primeros zapatos, pero sĂłlo con intenciĂłn de hacerlo andar sin descanso. AdemĂĄs, es un fraile muy corrupto y mĂĄs interesado en las mujeres que en su trabajo. LĂĄzaro se cansarĂĄ de todo esto y lo abandonarĂĄ. Su quinto amo es un estafador vendedor de bulas, pero, al cabo, el pĂ­caro se harta de tanto embuste y se va.

En los tratados sexto y séptimo, Låzaro tiene simultåneamente dos amos en cada uno. El primero es un pintor con el que reside muy poco tiempo, y el segundo es un capellån, el cual, con el tiempo, le da que ganar el dinero suficiente para comprarse ropa nueva. Después, en el séptimo tratado, Låzaro deja el oficio y al capellån, y se hace ayudante de un alguacil, al que abandona poco después al encontrar arriesgado el trabajo.

Finalmente, su Ășltimo amo, el arcipreste de San Salvador, consigue casarlo con una criada suya. LĂĄzaro tiene que aguantar las habladurĂ­as posteriores sobre las infidelidades de su mujer (a la que acusan incluso de ser amante del propio arcipreste), pero prefiere defender y creer a su esposa. Poco a poco, y tras celebrar Cortes el Emperador en Toledo, LĂĄzaro va prosperando, al igual que su fortuna.