Auguste Dupin, el legendario detective ideado por Edgar Allan Poe, es un personaje brillante y excéntrico que vive en París y deslumbra con su asombrosa capacidad de análisis. En Los misterios del detective Auguste Dupin, acompañamos a este genio de la deducción en tres investigaciones que marcaron un antes y un después en la historia del género policial, relatadas siempre por su fiel amigo y narrador anónimo, fascinado por su agudo intelecto.
En Los crímenes de la calle Morgue, Dupin se enfrenta a un doble asesinato que desafía toda lógica: una madre y su hija aparecen brutalmente asesinadas en un cuarto cerrado por dentro, sin posible vía de escape para el asesino. Las pistas son confusas, los testimonios se contradicen, y la policía está completamente desconcertada. Sin embargo, Dupin examina cada detalle —la posición de los cuerpos, los sonidos escuchados por los vecinos, los objetos hallados en la escena— y reconstruye, paso a paso, el increíble mecanismo del crimen.
En El misterio de Marie Rogêt, la víctima es una joven vendedora parisina cuyo cuerpo aparece flotando en el Sena semanas después de su desaparición. La prensa sensacionalista difunde teorías precipitadas, pero Dupin analiza fríamente cada línea publicada, descarta suposiciones inconsistentes y estudia los horarios, distancias y rutas posibles para elaborar una hipótesis que desafía a la opinión pública. Su razonamiento transforma la investigación en un rompecabezas intelectual donde cada dato encaja con precisión quirúrgica.
En La carta robada, un documento de enorme valor político ha sido sustraído y, aunque la policía registra minuciosamente cada rincón de la casa del sospechoso, no logra encontrarlo. Dupin comprende que el verdadero ingenio del culpable consiste en la simplicidad y el descaro, y emprende una búsqueda que se convierte en un brillante duelo mental.
Estos relatos combinan misterio, lógica implacable y una atmósfera gótica fascinante, sumergiendo al lector en la mente de un auténtico maestro del crimen.