En 'El contrato social', Jean-Jacques Rousseau presenta una profunda reflexión sobre la naturaleza de la sociedad y la legitimidad del poder político. En este tratado, escrito en un estilo claro y persuasivo, Rousseau introduce la idea central de que la autoridad política debe basarse en un contrato entre los ciudadanos, que se comprometen a gobernar y a ser gobernados en busca del bien común. Su contexto literario se halla en la Ilustración, un periodo que propugna la razón y la crítica a las instituciones tradicionales, impulsando así el pensamiento democrático y la igualdad. Este texto no solo desafía el absolutismo monárquico, sino que también establece las bases del liberalismo moderno y el contratadurismo, convirtiéndose en un hito en la teoría política. Jean-Jacques Rousseau, nacido en Ginebra en 1712, fue un filósofo, escritor y compositor, cuya vida estuvo marcada por el conflicto entre las normas sociales y los ideales de libertad y autorrealización. Su experiencia personal, llena de desilusiones con la aristocracia y la hipocresía de la vida en sociedad, le llevó a cuestionar cómo los hombres, libres por naturaleza, llegaron a someterse a las cadenas de la civilización. Estos contrastes vitales informan 'El contrato social', donde Rousseau busca redimir la política al vincularla con la moralidad y la comunidad. Recomiendo encarecidamente 'El contrato social' a aquellos interesados en la filosofía política y la teoría social. La obra no solo ofrece una crítica penetrante de las estructuras de poder, sino que también presenta un llamado a la acción, invitando a los lectores a reflexionar sobre su propio papel en la construcción de una sociedad justa y equitativa. La relevancia de Rousseau persiste en el discurso contemporáneo sobre gobernanza y derechos humanos, lo que convierte este libro en una lectura esencial para cualquier estudiante de la política moderna.