Laura hunde el bisturí, al mejor estilo de una prolija bióloga, para detectar juicios, sentimientos, pensamientos, proyecciones, conflictos y emociones, propias y ajenas, y saber cómo operan como creencias limitantes o habilitadoras de una sexualidad plena. Un gran aporte es que no se queda en el plano biológico, fisiológico y mental, sino que en sintonía con los más avanzados estudios e investigaciones actuales cruza hacia un campo que engloba a todo ello, el de la vibración energética.

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Que los pensamientos y emociones ligados a la sexualidad puedan transformar la Biología, es un concepto que subyace a todo el texto dada la importancia de escapar de enfoques deterministas y cerrados.

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El déficit de conocimiento hace necesario, por ejemplo, recalcar el alcance y las prácticas posibles con el punto G femenino, el punto P masculino y tantas otras zonas erógenas y de sensibilidad, para lo cual es indispensable saber encontrarlas, conocer su estructura y distintas fases de funcionamiento, más allá de mitos e imágenes cinematográficas impuestas.

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¡Sexo, despierta! Llave a mi plenitud propone un camino de emancipación, empoderamiento sexual y revitalización de la pasión, el amor, la fantasía y el éxtasis, que por tratarse de la energía más poderosa con la que contamos, resulta vital recorrerlo o iniciarlo conscientemente en algún momento de la existencia, más allá de que el almanaque indique la adultez cronológica.